Ayer comenzó el programa televisivo Supervivientes, en el que varios personajes ya famosos y otros que quieren llegar a serlo deben sobrevivir con lo que encuentren a su alrededor en una isla de Honduras. Para comer tienen que coger cocos y pescar, dormir en el suelo o, con suerte, en una esterilla, asearse con agua de mar y hacer sus necesidades en un agujero.
Si estos son supervivientes, cómo llamamos a las personas, no conocidas, que deben sobrevivir en diferentes ciudades de todo el mundo; personas que para comer tienen que buscar en contenedores de basura y mendigar, dormir en cualquier banco de un parque o, con suerte, en un cajero y asearse en cualquier fuente o baño público.
Para los supervivientes de la isla, cada día que pasa va aumentando el dinero que recibirán cuando finalice el concurso, con lo cual cada día de supervivencia tiene una gran recompensa y la certeza de que esto es por un tiempo limitado.
Los supervivientes de las ciudades van superando los días con la esperanza de tener algún día un sueldo digno a final de mes y con incertidumbre permanente.
¿Quiénes se merecen el nombre de supervivientes? Yo, lo tengo claro.
— Sofía Soriano Aramendía.
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Servidor no es hombre de televisiones, por distintas razones: una de ellas porque le falla su audición, la siguiente porque no le gustan la mayor parte de sus programas. Lo que sí le gusta y le animan son estas cartas que expresan llanamente lo que sienten.
Gracias Sofía
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